LLámanos : 971 72 77 28

EXPERIENCIAS / RELATOS EMOCIONALES


"Después del resultado negativo del segundo tratamiento de fertilidad realizado en el Instituto Balear de Infertilidad y dado que la noticia nos sentó tan mal (especialmente a mí, pues yo tenía todos los síntomas de sentirme embarazada), me aconseja la doctora que llevaba mi tratamiento, tomar una pausa antes de comenzar el tercer tratamiento y realizar terapia con la psicóloga experta en temas de fertilidad, Gemma Mestre.
Me acuerdo que llegué a su consulta, desesperanzada, desmotivada, desconfiada, dolida, muy dolida y pensando que era la persona más desgraciada ... Que por más que lo intentara, yo no podría ser madre, incluso me sentía mayor para serlo y por ello, también culpable. Toda una nebulosa de pensamientos negativos, totalmente contraproducentes para emprender el gran y maravilloso reto de la fertilidad.
Debo decir, que debido a mi estado anímico, entré en consulta con la intención de agotar todos los cartuchos, pero con una desconfianza abrumadora respecto a la terapia psicológica, y recelosa que pudiera ayudarme. De hecho, en las primeras sesiones, no notaba conexión entre Gemma y yo, creo recordar que tardé tres o cuatro sesiones para notar conexión con ella y empezar a confiar en esta maravillosa mujer. Creo que Gemma lo notaba y yo sentía que ella persistía y persistía para ganarme, para ofrecer su ayuda, de una manera sutil, sin agobiar, dejando que fuera yo que viniera hacia ella y me abriera como una flor y a corazón abierto, como así fue.
Así fueron pasando las semanas, realizando terapia con ella y relajación con otra gran profesional, Aina, y poco a poco me fui relajando, fui confiando en el proceso.
Cuando pienso en las sesiones con Gemma se me llenan los ojos de lágrimas. Me produce una avalancha de emoción por la cantidad de sensaciones que sentí, la evolución del proceso y el feliz resultado. Afloraron sentimientos muy profundos, mitigué los pensamientos negativos, relajé los sentimientos de culpabilidad, exterioricé y entendí todos y cada uno de mis miedos con el amparo que da la privacidad de la consulta, con la tranquilidad de no sentirme juzgada, ni reprendida, ni ridícula por contarle a Gemma mis interioridades y poder desnudar mi alma plenamente. Me ayudó con las herramientas que creyó más apropiadas y yo confié. Confié en esa gran profesional y me convencí de que me podía ayudar.
Así pasaron nueve meses, hasta que ella sintió que yo estaba preparada para empezar el tercer tratamiento y que, lo más importante: sabría gestionar tanto los sentimientos de un resultado positivo, es decir, la gestación de una nueva vida o, un resultado negativo y no caer en la desesperación.
Finalmente, el tercer tratamiento fue un éxito y pude engendrar a una niña maravillosa, Irene, que nos llena de alegría y amor.
Supongo que muchos factores ayudaron a realizar este sueño, pero estoy convencida que la terapia que seguí con Gemma fue un factor determinante y por ello, siempre le estaré infinitamente agradecida.
Mi consejo es que antes de iniciar el primer tratamiento de fertilidad, la futura mamá se ponga en manos de ayuda psicológica, pues será la mejor compañía en todo el proceso, desde la preparación, durante el tratamiento propiamente dicho y el desenlace final, donde será decisivo para ayudar a gestionar mejor los sentimientos de la madre, que están sobredimensionados debido a la medicación y a las expectativas que nos creamos, tanto si el resultado es positivo, como negativo.
Ánimo futuras mamás.
Muchísimas gracias, Gemma."
J. López



"Hubo un momento en que se acumularon muchas sensaciones y sentimientos que me alejaban de mi propósito de ser madre.
En un proceso de fertilidad lo primero es estar bien y eso es muy difícil .Tu entorno puede ser de poca ayuda porque no saben que estas pasando y sí tu lo has decidido compartir ignoran la ansiedad y tristeza que ocasiona los fracasos en los tratamientos En mi caso se unió un aborto en mi segundo tratamiento....y caí en la rabia y dolor. Las doctoras me recomendaron que visitara a Gemma y fui, no por convencimiento sino porque desde el minuto 1 decidí que todo lo que me dijeran iba a misa, yo tenía que conseguirlo y ellas eran las expertas.
Mi proceso fue largo, hasta 7 tratamientos y al no tener un motivo de porque mi beta no subía lo suficiente creerme que tuve momentos duros , pero Gemma me enseño a llevarlos mejor, a conocer mi cuerpo, mi fuerza y sobretodo entender que la maternidad es un todo, es un estar lista, tranquila, aceptar cambios y luchar mucho. Y en el momento que tuvo que ser Fue :Mi beta subía y mi hija iba a nacer!
Recuerdo que las ginecólogas me dijeron "olvidarás todo lo que has pasado al ver a tu hija", yo no lo he olvidado porque aprendí mucho, parece increíble que de tanto dolor me ayudarán a sacar algo bueno que fue saber un poco más de mi. Ahora diariamente doy gracias a la vida por el regalo que nos dieron en forma de una nena terremoto divertida y tremenda.
Desde mi experiencia os recomiendo que os dejéis ayudar, si estáis leyéndome será porque os cuesta ser madre y os preguntaréis porque a otras mujeres parece que regalan los bebés, pues no hay respuesta! pero este tipo de cosas os harán más fuertes y más preparadas .
Pedid ayuda, tranquilizaos y vivir. Mucha suerte y fuerza."
P.P.

"Mi historia comienza el día que decido ser madre. Después de 6 meses intentándolo quedo embarazada, pero desafortunadamente en la ecografía de las 12 semanas, detectaron que el corazón se había parado. Tuvieron que practicarme un legrado, que además fue mal gestionado y sus conseqüencias duraron dos meses.
Al no comprender porqué todo aquello me estaba ocurriendo a mi y encerrarme conmigo misma, acabé con una fuerte depresión.
No saldría de aquello hasta que no consiguiera un nuevo embarazo, pero todo empezó a complicarse día tras día.
Mis familiares, preocupados por mi situación, me empujaron a que cambiase de ginecólogo. Tras recabar multitud de informaciones, decidí acudir a IBIlab y ponerme en manos del Doctor Kesserü, ginecólogo especialista en reproducción.
Me realizó diversas pruebas hasta obtener un diagnóstico, tenía una malformación uterina de nacimiento. Un útero de menor tamaño de lo habitual y una sola trompa. Por lo que parecía muy complicado que puediera volver a quedarme embarazada de forma natural. Mi ginecólogo nos recomendó una FIV (fecundación in vitro).
Ante todas estas circunstancias aún toqué más fondo.
Una amiga de mi madre, cuya hija había pasado por lo mismo que yo, nos habló de una psicóloga que sólo trataba con pacientes con problemas de fertilidad, por lo que estaba muy especializada en el tema.
Solicité cita y desde aquel momento, Gemma Mestre entró en nuestras vidas.
Ella no sólo realiza la función de terapeuta sino que también te orienta, te ayuda a tomar decisiones, te aclara dudas sobre diagnósticos o pruebas médicas, ....
Gemma consiguió que aceptara lo que nos estaba pasando y a luchar contra ello, hasta conseguir nuestro objetivo, ser padres.
Una vez me recuperé psicológicamente, pude empezar con el tratamiento para una FIV.
La primera vez no fue un positivo, pero estaba preparada para ello. En muy pocas ocasiones se consigue embarazo en la primera FIV. Hay que tomarlo como una primera toma de contacto.
Pasado un mes me sometí a la segunda in vitro.
Tanto en una como en otra, sólo conseguíamos un embrión para poder transferir, aunque de máxima calidad.
Esto me desesperaba, especialmente si me comparaba con otras chicas que estaban pasando por mi misma situación, al ver que ellas obtenían entre 5 y 10 embriones para transferir.
Aún recuerdo las palabras de Gemma cuando hablábamos de aquello: "Inma sólo necesitamos uno", "Menos es más" no lo olvides.
Cuánta razón tenía, en la segunda FIV y con un sólo embrión, me quedé embarazada.
Tras pasar por un embarazo de riesgo debido a la malformación uterina, dí a luz a mi principito Marc, culpable de todas mis sonrisas y lo mejor que me ha podido pasar nunca.
Y todo gracias a un gran equipo de profesionales que nos acompañaron en este largo y duro camino.
Camino que para unos es senzillo y gratificante, y para otros eterno y doloroso. Pero todos estos caminos nos llevan a un único destino, SER PADRES, y todos tarde o temprano, llegamos a él.
Espero haber podido dar un poco de luz y esperanza a parejas que están pasando por la misma situación que nosotros, años atrás, hemos pasado.
Gracias de todo corazón a Gemma Mestre, al equipo de reproducción de Son Llatzer y al Doctor Kesserü y su equipo."
I.R.P
